12 de enero de 2016

10 cosas sobre -Jacob-

1. Adora a los perros desde que tiene uso de razón. Se crió con el perro de la familia y recuerda su muerte cuando tenía 8 años como uno de los peores momentos de su vida.
2. Probó la cerveza por primera vez con su padre cuando tenía 12 años. Es uno de los pocos recuerdos agradables que tiene con él.
3. Entre los 16 y 18 años formó parte, como batería, de una banda de rock junto con sus amigos del barrio y llegaron a tocar en algunos locales famosos de Helsinki.
4. Durante un tiempo estuvo liado con una chica de su grupo, hasta que una noche le pilló enrollándose con el bajista en el backstage de uno de los conciertos.
5. Tiene tatuado un brazo entero y parte del pecho con motivos vikingos. Pocos saben que este tatuaje tapa otro que se hizo con 16 años.
6. Prefiere viajar en moto antes que en coche.
7. Le encanta ir a pasar las vacaciones a casa de la familia de Milan. 
8. Por su trabajo en moda conoce a muchas modelos y más de una le ha tirado los trastos para disgusto de sus compañeros.
9. El mismo día que conoció a Milan se partió el labio en una caida, quedándole una marcada cicatriz.
10. La relación con su hermana era casi nula hasta que ella se presentó en la Residencia.

9 de enero de 2016

8.Sexo

    No sabía en que momento del viaje había empezado la obsesión. Quizás fue la conversación repetitiva y cada vez más fantasiosa de Robbie ("Rob el Manos Largas" en la oficina) de con cuántas modelos se había acostado durante el proyecto, o el no haber podido hablar con Milan en dos días. O quizás había sido a raíz de encontrar la fotografía... El caso era que no podía dejar de pensar en las ganas que tenía de llegar a casa y encerrarse en la habitación con Milan toda una semana. Sí, estaba claro que la foto había tenido mucho que ver. La había encontrado entre unos amarillentos papeles en un bolsillo de su vieja bolsa. Una antigua polaroid en la que aparecían 7 jovenes de rostro sonriente, en traje de baño y en poses de lo más absurdas, y dos de ellos eran Milan y él. Se había reido de lo lindo al ver las pintas. La larga coleta con alguna trenza de Milan y una camiseta desteñida, su ridículo bañador y el piercing de la ceja que había perdido de un golpe contra una tabla de surf...¡Una tabla de surf! ¡Ya recordaba esa semana! Tras los exámenes y después de unas cuantas cervezas de celebración, se acordó ir a pasar unos días a la playa. ¡Vaya grupo variopinto! Y ni siquiera podría poner nombre a la mitad de ellos. Entonces le vino a la memoria una escena. Una mañana, poco después de salir el sol algo le impulsó a asomarse a la terraza del hotel. Había marejada y el cielo amenazaba lluvia pero ya había surfistas surcando las olas. Desde la playa Ian, el amigo pelma de Milan le saludó antes de coger una de las tablas y le señaló hacia el mar. Siguió con la mirada la dirección en que le indicaba y enseguida reconoció una figura que conocía bien coronada de una rubia cabellera surcando las olas en una tabla roja. Sabía que Milan surfeaba bien, pero no estaba preparado para aquello. Y no era únicamente la técnica lo que le atrajo. No pudo dejar de observar su esbelta figura, su moreno rostro concentrado, incluso cómo le caía un mechón sobre la frente. Con la misma agilidad mostrada hasta ese momento saltó casi a la orilla y riendo fue saludando a sus compañeros que le esperaban para felicitarle. ¿Sería consciente de la atracción que ejercía en la gente? Seguro que no. Dos chicas coqueteaban con él en ese mismo momento mientras se quitaba el traje de neopreno y él ni se había dado cuenta. Seguía siendo él, tan natural e inocente. Y entonces volvió la vista hacia la terraza, hacia él y le sonrió. Y él le devolvió la sonrisa sabiendo que había tomado la decisión de que iba a ser suyo, y no sólo para un rato o para dos besos tontos como ya se habían dado, si no para toda la vida.
    Jacob rememoró todo esto y en ese momento, tantos años después, se sintió un poco avergonzado y rió un poco por lo bajo. No sabía que pudiese ser tan cúrsil. Hasta Milan rió cuando le había confesado sus pensamientos de ese momento unas noches después, mientras le comía a besos y le arrancaba la ropa, con sus brazos atrayéndole hacia él y el pelo suelto haciéndole cosquillas en el cuello...
  -Y entonces la dije "nena, hay Rob para todas" y ...¿Te encuentras bien Jacob? Se te ve algo tenso.
  -Ehh, sí-contestó Jacob consciente de nuevo de dónde se encontraba: en un avión a cientos de kilómetros sobre el mar-. Sólo un poco mareado. Ya sabes que volar me pone nervioso. Y tengo ganas de llegar a casa.
  -Bueno, en una hora ya estarás descansando tan agusto en tu sofá.

    Y una hora después irrumpía con un fuerte portazo en la sala de estar de la Residencia lanzando el macuto a una silla y dejando a todos los reunidos asombrados y detenidos en sus quehaceres: Moira tumbada en un sillón ojeando una revista, Dublin peinando a Maretta en el suelo y Milan sobre una banqueta dejando un libro en la estantería.
  -¡Jacob! 
  -Tú,-dijo plantándose frente a Milan.-Conmigo, ahora.
  -Pero, ¿qué ocurre?
  -S...E...X...O, ahora!!- y cogiéndole en volandas le cargó sobre los hombros y se lo llevo escaleras arriba.
  -Ains, vaya desperdicio, con lo monos que son los dos-comentó Moira volviendo a su revista.- Salidos, pero monos.
  -A mi me parece muy bonito,-contestó Maretta acercándole unas horquillas a Dublin.
  -¿Y qué significa S...E...,eh,...S...A...O?,-intentó balbucear Dublin.
  -¡¡Nada!! 


17 de junio de 2015

Una casa de locos

  El alboroto que se oía tras la puerta de la cocina era tremendo. Hora punta en una residencia, eso lo explicaba todo. Entró justo en el momento en el que una taza volaba de una punta a otra de la mesa para caer en las ágiles manos de Jacob, con la correspondiente bronca de Milan a Min por haberla lanzado y haberle derramado el café. Dublin golpeaba con un cubierto su tazón de cereales al ritmo de la canción que cantaba con voz de pito. Junto a ella Moira parloteaba mientras se pintaba los labios mirándose en el reflejo de su cuchara. Su interlocutora, Maretta, no parecía escucharla e intentaba mantenerse concentrada en los apuntes que tenía ante sí. Su pelirroja melena despeinada y los repetitivos golpes que daba con el pie en el suelo parecían indicar que se había pasado la noche estudiando y que no estaba de muy buen humor. Mía en cambio canturreaba alegremente por lo bajo mientras se movía ágil por la cocina guardando cosas y esquivando los nuevos objetos voladores.
   -Buenos días Anna,- la saludó risueña.-Si quieres tienes café recién hecho...o eso creo.
   -Gracias,- contestó Anna sentándose junto a su amigo Min. Se acababa de servir unas tostadas cuando se oyeron unos golpes en la puerta-cristalera y entró un muchacho en chupa de cuero y con el pelo teñido en extravagantes colores.
   -¡Buenos días a todos, hoy hace una mañana estupenda!-exclamó.- Señoritas,- saludó haciendo una reverencia a Mía y Maretta. Y plantándose frente a Moira sacó una rosa de la manga-Y aquí una flor para otra flor.
  -¡Piérdete!-le contestó ella sin mirarle.
  -¡Mark, tu perrito faldero está aquí!- gritó Jacob a pleno pulmón.
  -¡Espero que esa no sea una de mis rosas, Daniel!- dijo Mía.-Vamos Dublin, es hora de ir a clase.
  -¡¡¡BIEN!!!- gritó Dublin subiéndose a la banqueta y saltando a los brazos de Milan que pasaba en ese momento ante ella.
  -Os bajo en coche si quereis, que quiero ir a mirar unos libros,- constestó Milan dejándola en el suelo.-Maretta, Min, también os puedo dejar en la parada.- Y salieron en tropel de la cocina.
  -Yo también me voy, que llego tarde a una sesión de fotos-dijo Jacob.-¡Ya era hora chicos!
  En ese momento entraron Mark y Erik a la cocina. "El día y la noche", pensó Anna. Por un lado Mark tan rubio y con esos ojos azules, bien peinado y arreglado y su semblante serio, y en contra posición Erik, alto y delgado, con sus llamativos ojos grises,su pelo oscuro revuelto y aún en pijama.
  -Podrías tirarte el rollo y presentarme a alguna modelo,-comentaba en ese momento Daniel mordiendo una manzana.
  -¡Ni de coña!
  -Venga Daniel,-le espetó Mark empujándole hacia el ventanal y volviéndose se despidió del resto.-¡Hasta luego!
  -Adios, mi princesa...-empezó a decir su amigo.
  -¡Sigue soñando niñato!- exclamó Moirá, y se levantó para perseguir a Jacob justo cuando salía por la puerta.-¿Podrías bajarme a la estación?
  -¿Pero no has oído que Milan bajaba antes?
  -No, y aún así paso de que me vean en ese coche roñoso. Prefiero que me bajes en la moto.
  -¡No!
  Y tras cerrarse la puerta volvió la paz y el apreciado silencio. Esa semana había sido para ella una auténtica locura. Acostumbrada a estar sola y en su pequeño apartamento, la Residencia le había parecido una casa de locos. Había sido divertido, en cierto modo, y Min había tenido un detallazo dejándola quedarse, pero agradecía tener que volver ese mismo día a su casa. Sonrió para sus adentros, relajada y sorbió un poco de café. Quería disfrutar de ese momento de calma y soledad. Pero de repente sus sentidos la avisaron de que algo no iba bien, y un cosquilleo la recorrió la espalda, como si la observasen. Y al volverse casi se cae de la silla. ¡Se había olvidado de que Erik estaba en la cocina! Ahí estaba, de pie, silencioso junto al fregadero, mirándola con el ceño fruncido mientras bebía lentamente de su taza. Se miraron unos segundos más el uno al otro sin hablar nada, Anna incómoda sin saber que decir y él sin cambiar de postura ni gesto. ¿De verdad estaba mirándola a ella? En toda la semana que había pasado ahí sólo habían hablado la noche en la que llegó, en la que le había prestado el gorro. Los días siguientes apenas se habían visto, y ni mucho menos habían tenido una conversación normal. Se podría decir que él "había pasado" de ella. Y justo cuando ya no podía más y sabía que una gilipollez podría salir de sus labios, cual conversación de ascensor, Erik se le adelantó.
   -Hoy es tu último día aquí, no?- dijo por encima del humo de su taza.
   -..Sí,- contestó ella entre dudosa y asombrada.
   -¿Después de comer?
   -Sí, voy a recoger ahora mis cosas y ya me marcho luego.
   Erik asintió y salió silenciosamente de la cocina dejando a Anna sola (esta vez de verdad) y confundida.
   -Sí,-se dijo a sí misma volviendo a su café ya helado,- una auténtica casa de locos.

 

13 de agosto de 2014

19.Música


-Erik-

-Tienes media hora. Doy una última vuelta y cierro.
  -Gracias Dani- respondió Erik al reflejo del conserje en el espejo de la sala de ensayo.-Te veo en un rato.
  Tras un último estiramiento en la barra, alcanzó el mando del suelo y puso la música. Las notas comenzaron a sonar delicadamente, y cerrando los ojos, a medida que pasaban los segundos, las fue haciendo suyas, guardándolas en su interior, en aquel lugar secreto y desconocido hasta para él. Y le daba igual, porque sabía que en ese rincón se obraba la magia, su magia. Sabía que esas notas se unirían con cada una de las fibras de su ser, fundiéndose en un nuevo elemento, que de ser algo efímero y pequeño crecería y se deslizaría por todo su cuerpo, un calor dulce, embriagador, que anularía el resto de sus sentidos, por lo menos los conscientes, y que conseguiría hacer desaparecer todo a su alrededor. Y en ese nuevo espacio (mundo, su mundo) blanco, puro, sólo existían los sentimientos, ya que su cuerpo pasaba a un segundo plano, mera carcasa a punto de estallar por el esfuerzo de guardar algo tan fuerte y que sabe que la única forma de sobrevivir es dejarse llevar, y bailar. Dejarse llevar como las hojas mecidas por el viento, su cuerpo en este punto ya no es suyo, no es su mente la que manda, es algo superior, y en ese momento es libre y feliz, y cree que nada es imposible...Pero todo lo que empieza a de tener un final, y él lo sabe, y maldice el momento en el que es consciente de que debe volver a la realidad, siempre un duro golpe. Y su mundo vuelve a plegarse y a guardarse en su interior, listo para la próxima vez. Por lo menos le queda ese consuelo, que puede volver a él cuando quiera.
   En ese momento, desde el espejo, un sudoroso y jadeante Erik le devuelve la mirada, y le sonríe.

   -¿Listo para la cerveza de agradecimiento por abrirme esto fuera de hora?- pregunta Erik secándose el sudor con una toalla al ver llegar al conserje.
   -Por supuesto,-contesta éste apagando la luz y siguiéndole fuera del aula.- ¡Aunque sólo espero que te acuerdes de mí cuando seas un bailarín famoso y rico!
   -Jajaja, no te preocupes, te nombraré en mis memorias.

30 de mayo de 2014

Cambios de molde II

   Desde que tomé la decisión de cambiar a mis chicos a modelos más realistas la búsqueda del molde perfecto ha ocupado bastante de mi tiempo libre, y creo que la cosa va dando sus frutos y voy encontrando cosas que me atraen mogollón y que pueden encajar muy bien. Aún así hay ciertos personajes que se me resisten con uñas y dientes, pero tiempo al tiempo.

♦ Milan - Épidos (Soom) ♦
   Único molde del que he estado segura al 100% desde el principio, y eso que me lo compré por un arrebato cuando salieron las primeras imágenes.

♦ Jacob - Eric (Iplehouse) ♦
    Nunca me había fijado en los nenes de Iplehouse por su tamaño y talla, creía que no encajarían con otros SD, pero es que el Eric era Jacob al 100%!! Me arriesgué y no podría estar más contenta. A ver si ya que lo tengo casi listo lo presento.

♦ Mia - Madelyne (Souldoll) ♦
  Primera en cambiar de molde. De Ninodoll a una Souldoll, y es que ya que no sé elegir moldes para personajes femeninos por lo menos cogeré los que me gustan.

♦ Min Kyung - ?? ♦
Antiguamente era un Sukryu de Ninodoll. Aún sin elegir porque me está costando encontrar un molde que quede algo oriental. ¿Quizá un Chrom?

♦ Moira - Rosy (Supiadoll) ♦
 La única junto a Milan que se mantiene desde el principio. 

♦ Maretta - Philipa (Souldoll) ♦
  Cara simpática y bajita, como es Maretta ^^.

♦ Marc - Seven (Little Rebel)♦
 El personaje se creó especialmente para la cabecita de Kat. Aún me falta encontrar un cuerpo que me llene.

♦ Erik - Arkose (Soom)♦
Por desearlo no pierdo nada TT^TT, y es que cuando Soom lo sacó ni me fijé en él, y ahora viendo customizaciones es genial para Erik!

♦ Anna - Kalice? (Flamenco Naranja)♦
Aún estoy esperando a que Reina Muerta muestre la cabecita definitiva, pero es que esa boca me enamora!!

♦ Marlon - Miho (Migidoll)♦
Aunque ya tengo uno soy de las que piensan que nunca se tienen suficientes Mihos ♥♥

♦ Ales - Cho (Migidoll)♦
No tengo muy desarrollado al personaje, pero tengo unas ganas terribles de meterle mano al molde *////*

♦ Daleel - ??♦
Otra interrogación para mi asesino tuareg. Necesito un molde grandote y moreno TT^TT


   Y por favor, espero que esto no vaya a más porque de verdad de la buena que no quiero más niños ni personajes grandes(peques es otra historia ^^).

Sayu's Residence

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