-¿Y exáctamente cuál es el plan?- preguntó Mia tumbándose en la cama de Moira. Tanto ella como Maretta se habían acercado a la habitación de Moira antes de la "Gran Cita" con Daleel.
-¡Pues conquistarle!-contestó ésta mientras se pintaba los labios frente al espejo del tocador-.Vaya una pregunta estúpida...
-Preguntaba que qué vais a hacer.
-¡Ah!- y se volvió con una luminosa sonrisa.-Mi idea es una cena romántica, salir a tomar unas copas a algún local chulo en el que poder mostrarle el modelito (vestido que me ha costado una pasta, por cierto) y volver dando un paseo. Y como hará algo de fresco vendré agarrada a su brazo,y nos reiremos y al llegar al jardín nos miraremos bajo la luna y nos besaremos y...¡No puede fallar!- Y tarareando y bailando entró en el baño.
-Más que fresco será lluvia lo que vais a tener, porque está empezando a llover...-anunció Maretta asomándose a la ventana.
-¿¡Qué!?- Moirá corrió desde el baño en ropa interior y empujándola brúscamente a un lado se asomó.-¿Pero qué mierda es ésta? ¡Joder, ahora querrá ir en coche y ni emborracharle ni paseo romántico!- Y de una patada lanzó un cojín junto a la cabeza de Mia.
-¿Sabes que existe una cosa llamada "paraguas"?-se burló Maretta frotándose el brazó donde la había golpeado para apartarla de la ventana.
Moira se quedó un momento en silencio pensando, y de nuevo una enorme sonrisa apareció a su rostro.
-¡Es perfecto!-exclamó.-¡Así tendremos que ir juntitos bajo el mismo paraguas!- Y otra vez de mejor humor terminó de arreglarse. Justo acababa de ponerse los zapatos cuando llamaron a la puerta y apareció la bronceada cara de Daleel.
-¿Estais listas?
-¡No!- acalló rapidamente Moira haciéndo a sus amigas un gesto para que callasen.- Finalmente ellas no pueden venir. Están...mmm...han comido algo en mal estado.- Y melosamente se enganchó de uno de sus brazos.-¿Te parece que vayamos dando un paseo?
-¡Pero si está diluviando!
-¡Con un paraguas, tonto!- Moira le golpeó coquetamente en el pecho mientras tiraba de él.
-¿Y es recomendable caminar bajo la lluvia con esos tacones?-insistió él.
-¡Qué sí, qué sí!-le calló -Adios chicas, que os mejoreis.- Y riendo la vieron alejarse escaleras abajo seguida de un servicial Daleel.
-Siempre podemos volver en el coche de Milan- le oyeron decir.-Porque ellos ya estarán en el cumpleaños,¿no?
-Ains, no me confirmaron si iban a poder venir-se disculpó Moira con dulce voz.
-¡Pero si es el cumpleaños de Jacob!¿Cómo no van a poder ir ni Milan ni él?- Y ya no pudieron oir nada porque habían salido a la calle.
Tanto Mia como Maretta se quedaron unos minutos shockeadas antes de poder articular palabra.
-¿Pero...qué cuento le habrá contado para salir?- consiguió decir Mia.
-Ni idea,-contestó Maretta junto a ella.-Yo sólo puedo pensar en que me da más miedo cuando está contenta que en su estado normal.
-¡Pobre Daleel!
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