Por otro lado, el otro día me atrevía a meterle mano a la Blythe...y casi muero en el intento. No sé por qué tenía en la cabeza metida que con lo que se desmaquillaban era con acetona: craso error. Eso empezó a echar una peste mega tóxica y en uno de los lados de la cara se empezó como a quemar una zona. Total, rápidamente debajo del grifo, y más o menos pude salvarla, aunque el ronchón/quemadura quedó en la mejilla. Lo que más rabia me dio fue que al final le quite casi todo el maquillaje con la esponjita de don limpio, fácil fácil ^^U. Con un poco de maña y unos lunares he conseguido disimular el estropicio, y dentro de lo que cabe y de lo sencilla que quería a mi primera blythe, no me disgusta el resultado final (me falta algo de ropita). Así que nada, aquí presento a Liz, mi bibliotecaria solitaria amiga de los gatos.
(Ya la presentaré mejor en el blog de mis blythes, pero tengo el photoshop y todas las cosas en mi portatil y se lo llevó mi padre a la playa ¬¬)
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